Si me escuchas es porque me amas. No las palabras, no el entendimiento, sino el sentimiento de mi existir.

Dios los liberó a su esclavitud.
Reaccionaron a creer que debían esforzarse por la felicidad y rechazar la tristeza, sin observar que cada parte comprende a la otra para generar el equilibrio.
La felicidad no es el equilibrio. La armonía incluye la felicidad y la tristeza.
La realización de lo correcto yace en lo equivocado.
Antes del equilibrio está el que observa. 

Después de morir.

La ciencia crea un límite para formar el programa de vida. Las cosas sirven según el propósito del andante. Pos de programarse, pos de desprogramarse.
La ciencia conforma un fin para la programación.
La explicación científica de la muerte es que ese algo que nos hacía vivir se desprende de todo el sistema anímico del cuerpo. Lo que sucede luego con ese algo, es un misterio intentado ser poetizado con ciencia ficción.
Desprogramarse es un camino hacia el encuentro con la muerte. Esto manifiesta que la muerte puede hacerse conciencialmente.
¿Qué es la muerte?
Dentro del abanico de alternativas tomo dos. Una dramaturgia desde la edad media, y una habilidad conciencial. La primera la tomo motivada por casi el total de personas en mis vivencias y la segunda por vivencias en singular.
Desde mi hoja en blanco, objeto es ver que lo que me hace vivir puede independizarse del cuerpo, eso es morir. ¿Puede morir ser una habilidad, o una fuente hábil, fértil?
El universo nos ha mostrado su horizonte ilimitado.
Imaginarse que cosas se podría ser, hacer.
La habilidad de independizarse del cuerpo nos conectaría a otro, fuera de creer en concepto de muerte como el final de todo. Sí es el final de la vida establecida en programación tradicional.
¿Qué hay cuando no hay programas?
La conciencia pura. Un estado coherentemente autoprogramado que protagoniza al desprogramarse de programar.
Una vez vuelto casi inútil el cuerpo y casi inútil la mente, el yo(un) como última instancia se antepone a la puerta del misterio.
La consumación de la disolvencia total es la transformación, logicamente hablando, del patrón de respiración para, con su nueva virtud, introducirse a lo desconocido tildado como inconciente (no conciente). La muerte de la conciencia.
Podría decir que ahora es cuando se deja de emitir la vida como es vista y ser emitido, ese algo que nos hace vivir, hacia la novedad. Un cero, una fertilidad que nos aguarda. Que tal vez con vivencias en ella, sirviéndole como armonioso huésped, algún día nos convida confianza para espaciarnos y heredarnos una nueva virtud.
Una experiencia para los que se animen a desanimarse, por recodar que "no se pierde, sino, se transforma."

¿Dramaturgia?

 

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La conciencia es, metáforica, el perímetro de un poder.

Mi vida es una inocencia. (Preguntandole al niño.)

Dentro de un grupo no hay alguien más especial, excepto por la sujetividad.
Objetivamente la individualidad se enseña innotoria. (Inmanifesto).